Hace ya treinta años, y me llevas siete, morena; más mulata que yo, sin embargo nos parecemos tanto… (suspiro)
Son treinta y siete si, y hace treinta me llevabas en brazos, me peinabas, me limpiabas, me arrullabas, me pegabas, yo lloraba… me querías.
Tantos años enseñándome a comer, a dormir, a despertar, a jugar, a correr, a soñar… no era tu obligación y sin embargo obligada, me me tomabas en brazos, me quitabas las lágrimas, me limpiabas el MOCO, con el «filito» de la misma camisa con la que después me abrazabas, me arrullabas….
Rompía los casettes, va mi primer perdón. Querida mía, yo no sabía, que the Beatles, vivían dentro.
Consentida, seria, gruñona, no sabias el color de una cerilla, tampoco para que se usan, pero sabias el porqué de los planetas y combinar el rosa de Helow Kity…
Las cerillas, los fósforos eran para el fogón. Tampoco sé que es el fogón!
Vinilos negros, azules, amarillos, un corte de cabello según esa canción de temporada, pero seguías igual de multa… yo ya tenia tu color y me quede con el.
Mi nombre retumba en tu boca, presagio de una fama futura, me acerco irrumpo en tu habitación en tu templo… ahora al juzgar, era como Indi en aquel castillo perdido. Un infante deslumbrado por pilares de póster de Miguel Bosé, un radio cassete y recorte de periódicos que hacían del suelo lava ardiente para aquel intruso.
Consentida, intelectual, liberal, fuerte, frágil, te golpearon no lo permití, MUJER, y me llevas siete!!!
Universitaria no te vayas, y va mi segundo perdón, por ser egoísta sin saber que me dejabas a costa de tu roto corazón.
Solo, en realidad es que nunca he necesitado de nadie, sin embargo esta me pregunta a veces… y contesto siempre, mi orgullo es tonto y se desvanece y va mi tercer perdón, perdón por no dejarme querer, por esperar que se me pase el cariño añorando las aventuras de ser el de la mitad.
Pero ha de existir un momento en que nos volvamos a ver, que nos crucemos en una tierra intermedia, que bebemos del mismo vaso el mismo vino, y que entendamos que más vale un hermano al tiempo que el tiempo sin hermanos.
Madrid, 9 de Noviembre de 2010.
PD. a febrero de 2018, coincidimos en tiempo, en tierra inmediatamente y bebimos del mismo vaso y del mejor vino. Quédate eterna universitaria.
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