Se puede ir a muchos sitios,

Conocer a muchas personas,

Escuchar mil canciones o antiguos sonetos,

Hablar con el viento o respirar cientos de maravillas.

Puede un esposo esperar por su esposa,

Y esta tardar cuanto le plazca,

Porque el amante verdadero nunca se cansa,

Si el amor es cierto, nunca se acaba.

Acaso no se va el viento y a placer vaga,

Campa con libertad en cualquier huerto,

Y vuelve cambiado de caricias o espinas,

Te acaricia o te lastima, pero ha vuelto.

A veces te manda y no quiere regresar

Otras espera prudente a que decida volver,

Pero no es más fácil si saben dónde estás?

Le pregunta el que espera al que se fue…

Madrid, 18 de Noviembre de 2010.