Tu reflejo

De andares descuidados voy cargado, altanero zalamero, te veo coqueto, con vergüenza, entre cierro los ojos, cegado por por tus destellos, petrificado por tus reflejos.

Cuando el sol cruza sus rayos contra tus cúpulas inmensas, hay majestuoso duelo, entre reyes del polvo de esta tierra y los envidiosos que desde el cielo desean tu condena.

Entre dos lados de un espejo se enfrentan cara a cara el amanecer y el ocaso preguntándome, si de tus riveras estoy enamorado o si de tus montes vivo apasionado.

Paso de ser testigo de las líneas que dibujan tus monumentos, a testimonio encarnado del olor a vino y el aroma a amores pagados.

De tú noche escapo obligado, para que tus besos de guerras añejados, no me embriaguen apasionado, dejándome abandonado entre las sombras de tu real pasado.

Manto de lenguas, capa de razas, cruce de hilos de vidas, aquellas que son extranjeras siendo de su propia tierra, más las otras, que siendo ajenas te hacen suya dejando raíces en tus ríos y en la sierra.

Así pues, me miro en tu lago, sin embargo, no es de mi, si no tuyo, el reflejo pintado, que en mis ojos nacen como regalo, para hacerte mía hasta que la muerte me prohíba de tus reflejos alimentarme admirado.

Son acordes de una caja de música las gotas de agua de tus fuentes, el salón gigante que del Prado florece, es pista magnánima que mis pasos sostienen, hasta llegar a la taciturna Cibeles, que por mis desplantes padece.

Ya no tienes faros de aceite, se pierden las piedras decentes, que de tus callejuelas hicieron, plazas de putas, reyes y poetas.

Ya no tienes carruajes con oro sus ribetes, ni los palacios son casa de reyes, las puertas que ven pasar el tiempo se ciegan por la velocidad del andar de sus clientes y el cantar de sus coros se confunde con los acentos de quienes no hablan pero te sienten.

Castiza centro de mis delirios, ahora ya te reconoces, en mi alma estas metida, en mi corazón pulido brillas, oh! Madrid que me cuidas, no me dejes nunca, porque en tu reflejo mis andares ahora son derechos, mis sentimientos cuerdos y mi amor por ti eterno.

A mi Madrid.