Poema de las pasiones prohibidas.

Antes de no poder abrir los ojos,

Antes de salir huyendo de tus brazos,

Antes de entender el desastre de estas caricias,

Antes de volver a tus sábanas.

Justo antes, vuelven mis ganas.

De fondo tus gemidos, de plano tus caricias.

Esa mirada, exigiendo más fuerza en tu cintura, esa mano guiando el ritmo de mi montura.

Somos dos cometas enlazadas, tus manos en mis bajos, mi boca en tus otros labios.

Somos viento con cada aliento, y desbocado motor con cada gota de sudor.

Es un festín comer entre tus muslos, beber entre tus dientes y satisfacer el hambre de quererte.

Antes de retorcer tu sostén en mi pecho, antes de crear melodías con los golpes de tus caderas con mis adentros.

Antes de todo este tormento… Justo antes, no pensaba en que el fuego fuese placentero.

Pides, das, gritas, agitas, mueves, subes, bajas… pausas…

Y entre esas miradas de culpa que se entre cruzan, tus dedos en mi pecho, cogen fuerzas para seguir el movimiento.

Arriba, eres barca desesperada naufragando en el océano de mi puerto, abajo eres nube, algodón que se abre para soltar el vendaval de tu deseo.

No puedes contar cuantas veces estoy dentro, no quieres contar las veces que salgo de tu cuerpo.

Porque… porque, justo antes de ese momento, somos ganas, pasión y deseo.

Deslizo con delirio mis dedos en tus pechos, no te miro, solo golpeo dentro, pierdo mi mirada en ese tobillo en alto, mi bandera seña del avance al centro.

Y entonces apretamos nuestras manos desgarrando aquello que tocamos.

Antes de no poder abrir los ojos

Antes de salir huyendo.

Antes de volver a tus sábanas de nuevo…

Pienso que no te conozco, que mañana borraré tu recuerdo.

Pienso en la moral quebrada por el sexo y recuerdo que eres otra en la mañana y pasión prohibida en mi cama. Fin.